Han pasado 30 años desde que La Oreja de Van Gogh se subiera por primera vez a un escenario. Tres décadas desde el inicio de una carrera imparable repleta de canciones, recuerdos e historias compartidas.
“Volver al local de ensayo, encender el micrófono y sentir viva la magia de nuestras canciones me hizo infinitamente feliz”, asegura una Amaia emocionada.
Soñando con volver a reencontrarse con su público, la banda ha dedicado estos últimos meses a repasar sus éxitos y también a escribir nuevas historias que pronto se sumarán al repertorio conocido en todo el mundo y del que puede decirse que es la banda sonora de nuestras vidas.
Por su parte, Pablo Benegas, aunque sigue formando parte de la banda, se retirará durante una temporada para poder disfrutar de más tiempo junto a su familia y explorar nuevos retos profesionales.
En definitiva, el reencuentro más esperado y un auténtico viaje musical por la trayectoria de uno de los grupos de música más destacados internacionalmente.